Ángel Gavidia viene transitando con éxito por el cuento y la poesía, como lo acreditan sus libros; sin embargo, también cultiva el ensayo y la crítica.
Ángel Gavidia viene transitando con éxito por el cuento y la poesía, como lo acreditan sus libros; sin embargo, también cultiva el ensayo y la crítica.

Con ocasión de la reciente Feria del Libro de Trujillo, el poeta y narrador santiaguino (natural de Mollebamba) tuvo el gesto de invitarme para hablar sobre su producción literaria en el campo del ensayo. Lo que sigue, precisamente, es la parte primordial, de nuestra exposición.

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En efecto, el distinguido escritor, también reconocido médico y profesor universitario, viene transitando con especial y reconocido éxito por el cuento y la poesía, como lo acreditan sus diversos libros publicados en ambos géneros (por ejemplo, “La soledad y otros paisajes”, “Un gallinazo volando en la penumbra”, “El molino de penca”, “Los días y el viento”). Sin embargo, también cultiva, con ponderado éxito, el ensayo y la crítica literaria, como se puede apreciar en diversos y sucesivos artículos que faltan integrarse en algún volumen específico.

En el conjunto de varias tendencias de la crítica, los artículos de Ángel se mueven en los extremos del análisis y la valoración, para lo cual frecuentemente acude a la comparación de temas o estilos, base, precisamente, de las literaturas comparadas. Como en el caso del mencionado autor, lo encontramos, por ejemplo, en las comparaciones entre César Vallejo y Jorge Luis Borges; entre Santiago de Chuco y París; entre el cementerio de Santiago de Chuco y el Montparnasse; entre Vallejo y el poeta Federico García Lorca; entre nuestro eximio poeta y Daniel Alcides Carrión; entre la madre de Vallejo y la del médico de la verruga; incluso entre el español y el kulle, lengua nativa que se habló en los andes santiaguinos, huamachuquinos y parte de Otusco.

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UNA MUESTRA

En realidad, la mayor parte de artículos emprendidos por el autor desarrollan temas vallejianos. La relación es bastante variada y numerosa. Un ligero repaso nos presenta esta muestra: El habla de Santiago de Chuco y la poesía vallejiana; Algunas disquisiciones en torno al poema “Masa”; “El cementerio de Santiago, el de Montparnasse y Vallejo”; “Cuando me fui de bruces leyendo a Vallejo”, “La madre de Carrión y dos poemas de Vallejo”; “La pandemia y Vallejo”; “Vallejo y la medicina”; “Mi arribo tardío a Fabla salvaje”; “El habla de Santiago de Chuco y la poesía vallejiana”.

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EL LA LENGUA LOCAL Y EL TEMA VALLEJIANO

Esta relación evidencia el conocimiento, dominio y capacidad analítica y crítica de Ángel Gavidia, quien revela cualidades propias de los filólogos y lexicólogos especialmente a nivel de la lengua local andina de la zona de Santiago de Chuco.

Hay aquí no solo una vocación, sino también una puesta en juego de categorías analíticas para examinar y comparar lenguas, hablas y estilos; tal es así que revela una autoridad suficiente para observar, comparar, analizar y juzgar no solo la lengua poética de Vallejo, sino el léxico local de Santiago y de buena parte de la zona andina respectiva, de manera que el autor se revela como un magistral lexicólogo del habla local y regional.

Para llegar a esta situación, el autor ha tenido que leer y releer, una y otra vez, no solo la poesía de César Vallejo, sino también la de otros poetas, con lo cual pone en juego el método comparativo como medio de análisis y estudio. Es decir, revela también que un crítico tiene que ser ante todo un fecundo e inagotable lector, no solo de literatura local, sino también de las otras literaturas, así como de historia, sociología, antropología, filosofía, historia, política, psicología, entre otras áreas.

UN PROBABLE LIBRO DE FILOLOGÍA VALLEJIANA

La relación de los estudios realizados, aunque no todos son estrictamente ensayos, sino comentarios y apreciaciones personales, los estudios emprendidos por el autor constituyen una base respetable para un libro autónomo del autor, hecho que sería un extraordinario aporte al conocimiento, comprensión y valoración, específicamente, de la poética vallejiana, así como para esclarecer y encontrar el sentido del habla local, no solo como medio de comunicación, sino como contenido de sicología, sociolingüística, modos de ser, creer y actuar de un importante conglomerado humano, allí, donde moran las fuentes y raíces humanas y sociales.

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IDIOLECTO, ENSAYO Y CRÍTICA

Los comentarios y ensayos del autor ratifican que la auténtica crítica literaria no consiste en simples opiniones, impresiones o puntos de vista personales, sino que es el resultado de un riguroso proceso intelectual asentado en la base primordial de una vocación y dedicación apasionada por la lectura exhaustiva y reflexiva de los textos, a tal punto que para muchos desavisados o inadvertidos no se podría advertir que estamos ante el trabajo de un médico aficionado a la lectura, sino realmente ante un analista y crítico que centra su atención e interés no solo en la lengua santiaguina tradicional, sino en el idiolecto (habla individual y personal, propia e intransferible) de nuestro máximo poeta.

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OTROS TEXTOS

Asimismo, del conjunto de artículos, reflexiones y comentarios del autor a los que hemos tenido acceso, nos hemos encontrado con dos trabajos que discurren por carriles diferentes al universo vallejiano: se trata de un consistente y esclarecedor trabajo de interpretación de una terrible epidemia que también llegó hace algunos años a nuestro país, pero en este caso específico, plasmado y analizado en la novela: “El cólera en la ficción de García Márquez.

El otro trabajo trasciende la exploración textual, para explorar aspectos más bien vivenciales, aunque siempre plasmados en la literatura: “Julio Ramón Ribeyro y Santiago de Chuco”.

Ambos trabajos reafirman una afirmación fundamental: si bien la literatura no es copia ni retrato de la realidad en sentido estricto, la trascienden y desbordan, hecho que a su vez reafirma una observación teórica fundamental: La literatura no es ficción pura, sino plasmación multisemántica, plural, connotativa, porque reproduce, recrea y también sublimiza la realidad de la cual parte.

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